Marxism and Collapse - Statements
Nota introductoria
El siguiente material titulado como "Guerra y RevoluciĆ³n en Rusia. Ā”El fin de Putin y su dictadura se aproximan!" fue publicado a comienzos del mes de junio con motivo de la serie de incursiones militares realizadas en la regiĆ³n de Belgorod y otras Ć”reas fronterizas de Rusia por parte de una serie de formaciones rebeldes rusas anti-putinistas. Esto Ćŗltimo, como parte de un esfuerzo en conjunto con las unidades del ejĆ©rcito ucraniano que hacen frente a las fuerzas invasoras del
rƩgimen de Putin en Ucrania.
Pensamos que este material, escrito con anterioridad al desarrollo de la pasada insurrecciĆ³n militar de Wagner, presenta una serie de claves interpretativas necesarias para la comprensiĆ³n de las dinĆ”micas socio-polĆticas en las cuales se enmarcĆ³ dicho levantamiento, determinadas por un proceso de deterioro cada vez mĆ”s creciente del poder de Putin y de los pilares de su gobierno. Esto Ćŗltimo alentado, entre otras cosas, por el "fracaso estratĆ©gico" de su invasiĆ³n de Ucrania.
Recomendamos aquĆ, ademĆ”s, la lectura del material "La insurecciĆ³n de Wagner y el fin de Putin. A un mes de la rebeliĆ³n (Ensayos por Ucrania)" en donde se discuten algunas de las principales implicaciones polĆticas, sociales e histĆ³ricas de los sucesos vistos en Rusia
con motivo del levantamiento wagnerita.
-Enlace (Scribd):
...
Ā”Guerra Civil y RevoluciĆ³n en Rusia!
Ā”El fin de Putin y su dictadura se aproximan!
(Junio 6, 2023)
Ā”El rĆ©gimen de Putin se debilita!
Tras la fallida ofensiva de invierno, que solo logrĆ³ conquistas territoriales marginales en el este de Ucrania (como la captura de la pequeƱa ciudad de Bakhmut por las fuerzas rusas despuĆ©s de mĆ”s de diez meses de encarnizados combates) y el fracaso de la campaƱa de bombardeos masivos sobre ciudades ucranianas (actualmente, la tasa de derribo de misiles y drones por parte de las fuerzas de Kyiv supera el 90%), el rĆ©gimen de Putin comienza a experimentar nuevas y mĆ”s significativas fisuras en el frente interno.
Por una parte, las Ć©lites rusas empiezan no sĆ³lo a mostrar su creciente nerviosismo ante el curso de la guerra, sino que, ademĆ”s, a dar un mayor apoyo a algunos crĆticos nacionalistas del Kremlin tales como Igor Girkin o Yevgeny Prigozhin, los cuales vienen articulando un discurso de oposiciĆ³n cada vez mĆ”s clara en contra de las polĆticas de Putin (aunque todavĆa sin mencionarlo pĆŗblicamente). En el caso de Prigozhin, aquel ha ido tan lejos como pedir por el envĆo a tribunales de guerra nada menos que de Valery Gerasimov (lĆder supremo de las fuerzas armadas rusas) y Sergei Shoigu (ministro de defensa ruso), intentando igualmente posicionarse como una posible carta de recambio del propio Putin.
De manera paralela a la apariciĆ³n de estas fisuras en las alturas del rĆ©gimen putinista, inĆ©ditas desde su creaciĆ³n hace mĆ”s de dos dĆ©cadas, comienza tambiĆ©n a extenderse en la sociedad rusa (sobre todo en el Ć”mbito de las influyentes redes del ultranacionalismo ruso) un profundo descontento en contra de las polĆticas seguidas hasta ahora por el Kremlin para llevar adelante la invasiĆ³n de Ucrania.
De hecho, aunque aĆŗn no se ha producido el colapso econĆ³mico que las potencias occidentales esperaban producir con sus polĆticas de sanciones contra Rusia, aquellas sĆ han logrado generar una situaciĆ³n de āprecariedad crĆ³nicaā de la economĆa del paĆs, lo que ha resultado en un empeoramiento palpable de las condiciones de vida de la mayorĆa de la poblaciĆ³n. Empeoramiento del nivel de vida en Rusia que estarĆa poniendo en riesgo, entre otras cosas, una de las bases cardinales de la estabilidad del rĆ©gimen putinista: la estabilidad social. Es decir, que amenazarĆa con cuestionar el ācontrato socialā surgido entre Putin y la sociedad rusa luego de los desastrosos aƱos de Yeltsin en la dĆ©cada de 1990.
Un ejemplo de esto se pudo observar en Rusia durante las semanas de la movilizaciĆ³n militar parcial del aƱo pasado que, en el contexto de los primeros grandes reveses del ejĆ©rcito ruso en Ucrania, dio por resultado un potente fenĆ³meno de resistencia social en contra de las medidas de reclutamiento impulsadas desde el Kremlin. FenĆ³meno de resistencia que, como sabemos, se expresĆ³ tanto en el desarrollo de verdaderos chispazos de rebeliones populares locales en varias regiones de Rusia (materializados en la quema de numerosos cantones de reclutamiento), asĆ como tambiĆ©n en una seguidilla de amagos de motines en diversos destacamentos militares.
Otro ejemplo de lo mismo durante este periodo fueron los primeros intentos por articular un frente de āoposiciĆ³n cĆvicaā en contra de la dictadura putinista, esto luego de la represiĆ³n de las movilizaciones sociales en contra de la guerra acaecidas durante los primeros dĆas de la invasiĆ³n de Ucrania. Destaca aquĆ, entre otros hechos, la colecta de firmas impulsada por un grupo de autoridades municipales de San Petersburgo y otras ciudades para acusar constitucionalmente a Putin.
Oleada de atentados y surgimiento de una resistencia polĆtica-militar anti-putinista en Rusia
Otra muestra importante del debilitamiento de la dictadura putinista puede verse en la consolidaciĆ³n de una serie de organizaciones polĆtico-militares de resistencia armada en contra del Kremlin: por ejemplo, el llamado āEjĆ©rcito Nacional Republicano de Rusiaā. Entre otras acciones, esta organizaciĆ³n llevĆ³ a cabo el aƱo pasado un atentado en contra del propagandista fascista eslavo Alexander Dugin, llegando ademĆ”s a publicar un manifiesto en el cual se llama, de manera abierta, al derrocamiento violento de Putin.
Todo esto, asimismo, en el marco de un incremento exponencial de las actividades de otra serie de grupos insurgentes durante los Ćŗltimos meses que, posiblemente con el apoyo directo del Estado ucraniano, vienen protagonizando mĆŗltiples atentados incendiarios tanto en contra de numerosas fĆ”bricas, espacios comerciales y sĆmbolos del poder putinista, asĆ como tambiĆ©n audaces acciones de sabotaje dirigidas a centros militares y convoyes de trenes destinados a aprovisionar a las fuerzas rusas en Ucrania.
Otras de estas acciones de insurgencia habrĆan comprendido en el Ćŗltimo aƱo una seguidilla de asesinatos selectivos de diversas figuras polĆticas y mediĆ”ticas ligadas al Kremlin (por ejemplo, el del blogger ruso ultranacionalista Vladlen Tatarsky en San Petersburgo) y una serie de atentados entre los cuales destacarĆa por su gran repercusiĆ³n mediĆ”tica el reciente ataque con un dron kamikaze en contra de la cĆŗpula del Kremlin. MenciĆ³nese aquĆ que este atentado (a pesar de su carĆ”cter mĆ”s bien propagandĆstico y de baja intensidad) habrĆa causado tal impacto en ciertos sectores de la sociedad rusa que aquel habrĆa sido descrito entre algunos cĆrculos nacionalistas como el āprimer ataque a MoscĆŗ desde el fin de la Segunda Guerra Mundialā.
Oleada de atentados y acciones de resistencia militar en contra de la dictadura putinista que, al parecer, estarĆan contando con un apoyo social cada vez mĆ”s extendido, esto si consideramos la importante amplitud que estĆ”n alcanzado una serie de campaƱas de propaganda anti-gubernamental como la expresada en la multiplicaciĆ³n de grafitis en ciudades rusas con sĆmbolos destinados a promover la resistencia armada en contra del gobierno central. Otro ejemplo de estas campaƱas ha sido en los Ćŗltimos dĆas la elevaciĆ³n en pleno MoscĆŗ de manojos de globos con los colores de la bandera blanca-azul-blanca de las organizaciones rusas anti-putinistas.
La ofensiva de las guerrillas anti-putinistas en Belgorod y otras zonas fronterizas
Uno de los elementos potencialmente mĆ”s preocupantes en tĆ©rminos militares y polĆtico-sociales para la estabilidad del rĆ©gimen putinista (y posiblemente para la estabilidad de la propia FederaciĆ³n Rusa) ha sido, sin duda, el inicio de una campaƱa de incursiones militares a territorio ruso desde Ucrania. Estas Ćŗltimas llevadas adelante por una serie de formaciones militares compuestas por militantes rusos anti-putinistas tales como, por ejemplo, el āCuerpo de Voluntarios Rusosā y la āLegiĆ³n de la Libertad de Rusiaā.
Estas unidades militares, respaldadas por el apoyo logĆstico y material del ejĆ©rcito ucraniano como parte de una posible tĆ”ctica de represalia por el apoyo brindado por Putin a las fuerzas separatistas pro-rusas en el DonbĆ”s, han sido capaces en las Ćŗltimas semanas no sĆ³lo de infiltrarse prĆ”cticamente sin resistencia a travĆ©s de las fronteras rusas en diversos sectores (principalmente en la regiĆ³n de Belgorod), sino tambiĆ©n tomar temporalmente el control de varios pueblos y pequeƱas ciudades rusas fronterizas.
Durante la primera de estas incursiones (en los hechos la primera incursiĆ³n territorial efectiva de una fuerza militar en Rusia desde la invasiĆ³n nazi hace casi ochenta aƱos), estas unidades insurgentes habrĆan logrado capturar, como dijimos casi sin oposiciĆ³n, nada menos que alrededor de 50 kilĆ³metros cuadrados de territorio ruso. Todo esto no sĆ³lo para gran humillaciĆ³n de las castas dirigentes del Kremlin y el alto mando militar ruso, sino que, asimismo, considerando que se tratĆ³ de tropas compuestas solamente por algunas decenas de insurgentes dotados de unos cuantos tanques y armamento ligero, como un ejemplo prĆ”ctico de la extrema precariedad en la que se hallarĆa hoy el ejĆ©rcito ruso. Un ejĆ©rcito cuyas maltrechas fuerzas se encuentran actualmente en su mayorĆa en Ucrania.
El "problema de Belgorod" y la estabilidad del poder de Putin
La presente campaƱa de incursiones insurgentes en la regiĆ³n de Belgorod y otras Ć”reas fronterizas constituirĆa asĆ una verdadera āhumillaciĆ³n nacionalā para Rusia que, mĆ”s allĆ” de sus fines bĆ©licos inmediatos (entre otros, forzar el repliegue de unidades militares hacia el interior del paĆs con el objetivo de debilitar las lĆneas de defensa rusas en Ucrania), ha comenzado reciĆ©n a mostrar su real potencialidad desestabilizadora para el poder del Kremlin y el conjunto de la sociedad rusa.
MĆ”s aĆŗn, si bien es cierto que las repercusiones de estas incursiones se han limitado, hasta ahora, al Ć”mbito de las tensiones internas de las Ć©lites polĆticas rusas (esto principalmente en el terreno de los enfrentamientos mediĆ”ticos entre las distintas facciones del nacionalismo ruso), no se puede descartar que en un futuro cercano se conviertan en una importante fuente de ādesestabilizaciĆ³n estructuralā (de primer nivel) para el actual ordenamiento polĆtico y social vigente en Rusia. Esto sobre todo en el caso de combinarse con nuevos reveses militares en Ucrania y con una polĆtica de reclutamiento mĆ”s agresiva de Putin que lleve a sectores mĆ”s amplios de la poblaciĆ³n rusa a oponerse al gobierno.
Algo de esto es, precisamente, lo que se ha visto en dĆas recientes en el seno de una serie de sectores nacionalistas que han comenzado a exigir mĆ”s activamente el castigo de los responsables en el alto mando militar ruso de no haber prevenido las incursiones insurgentes en Belgorod. Otra muestra de lo mismo puede apreciarse en la instrumentalizaciĆ³n polĆtica de estas incursiones por parte de diversas figuras nacionalistas que, tales como los ya mencionados Girkin o Prigozhin, las estarĆan utilizando para incrementar el tono de sus denuncias contra las Ć©lites del Kremlin.
MĆ”s importante aĆŗn, tal como es posible observar hoy en el poblado de Shebekino en donde se estĆ”n produciendo saqueos como producto de la retirada del ejĆ©rcito ante el avance de las fuerzas insurgentes, no es descartable que estas incursiones militares puedan alimentar prĆ³ximamente un fuerte clima de inestabilidad social en Ć”reas de Rusia mucho mĆ”s extensas que la regiĆ³n de Belgorod (actualmente el foco de los ataques de las fuerzas rusas anti-putinistas).
La contraofensiva ucraniana en el contexto de una posible crisis del rƩgimen de Putin
Durante horas recientes, Ucrania ha confirmado el inicio de acciones ofensivas en una serie de Ć”reas del frente de batalla en el este del paĆs, produciĆ©ndose en ciertos lugares algunos avances tĆ”cticos (por ahora menores) de las fuerzas ucranianas. Adicionalmente, estas acciones estarĆan logrando avances no sĆ³lo en los alrededores de Bakhmut (aumentando allĆ por lo tanto el peligro de un envolvimiento del ejĆ©rcito ruso), sino que habrĆan sido capaces, ademĆ”s, de recuperar un pequeƱo sector en el extremo suroccidental de esta ciudad. Esto tal como el propio Prigozhin ha reconocido recientemente en redes sociales. Otros ataques parecidos del ejĆ©rcito ucraniano se vienen registrando durante los Ćŗltimos dĆas en las regiones sureƱas de Zaporizhzhia y Kherson.
Muy posiblemente, se tratarĆa en todos estos casos o bien de ataques localizados destinados a detectar flancos dĆ©biles en las lĆneas de defensa rusas, o bien de las primeras fases de la tan esperada gran contraofensiva ucraniana de primavera. Como sea, parece ser evidente que durante los prĆ³ximas dĆas y semanas el teatro bĆ©lico ruso-ucraniano serĆ” testigo de importantes confrontaciones militares en donde se probarĆ”n, en el terreno del enfrentamiento armado, tanto las fortalezas como debilidades de cada bando para determinar el curso prĆ³ximo de la guerra, asĆ como tambiĆ©n las capacidades internas de uno y otro para mantener su cohesiĆ³n polĆtica-social de cara a la cruenta lucha que se avecina.
En el caso de Rusia, a pesar de la tan bullada āventaja estratĆ©gicaā que poseerĆa a largo plazo este paĆs con respecto a Ucrania como producto del tamaƱo de su ejĆ©rcito y su mayor base productiva y de recursos (dada por la mayor extensiĆ³n geogrĆ”fica de la FederaciĆ³n Rusa), cabe preguntarse hasta quĆ© punto podrĆa el rĆ©gimen de Putin soportar un nuevo desastre bĆ©lico como en el caso de los ya vistos durante el transcurso del aƱo pasado en Kyiv, Kharkiv o Kherson. Lo anterior, en un contexto en el cual el margen de maniobra de Putin no sĆ³lo estarĆa experimentando un āestrechamientoā cada vez mĆ”s acusado tanto a nivel internacional como en el plano interno, sino que, asimismo, ante la perspectiva de un posible derrame cada vez mĆ”s intenso (y potencialmente catastrĆ³fico) de la guerra hacia el propio territorio ruso. Esto Ćŗltimo tal como muestran a modo de un posible anticipo las ya mencionadas incursiones militares de grupos anti-putinistas en Belgorod.
ĀæPutin ante la posibilidad de su fin?
O Rusia ante la sombra de la guerra civil y la revoluciĆ³n
ĀæPodrĆa una contraofensiva ucraniana exitosa, en conjunto con el desarrollo de nuevas y mĆ”s intensas incursiones militares insurgentes hacia territorio ruso y un salto en el enfrentamiento entre las Ć©lites polĆticas del Kremlin, terminar de generar las condiciones para un aumento del descontento social que abra en este paĆs la perspectiva de una crisis aguda del rĆ©gimen putinista? ĀæPodrĆa esta posible dinĆ”mica de crisis sociopolĆtica en Rusia poner en el tapete la ya candente cuestiĆ³n de la permanencia de Putin en el poder? ĀæQuĆ© trayectoria histĆ³rica podrĆa seguir el inicio de una dinĆ”mica de derrumbe del poder putinista, gatillada por un avance de Ucrania en el campo de batalla y una descomposiciĆ³n mayor de la situaciĆ³n polĆtica y social en Rusia?
No es posible saberlo. Con todo, lo claro es que, si tomamos en consideraciĆ³n los elementos de debilitamiento estructural del poder putinista mencionados anteriormente, pareciera indudable que un avance militar ucraniano en la prĆ³xima fase de la guerra y un recrudecimiento de las acciones insurgentes en el interior de Rusia podrĆan terminar convirtiĆ©ndose, quizĆ”s pronto, en importantes ācatalizadores histĆ³ricosā de una significativa transformaciĆ³n del escenario sociopolĆtico ruso y, con ello, de la propia geopolĆtica mundial.
Es decir, un proceso de transformaciĆ³n histĆ³rica de largo aliento en el cual la principal problemĆ”tica de la polĆtica rusa se desplace desde la discusiĆ³n actual en torno a la pregunta Āæpuede caer Putin? a la de ĀæcĆ³mo se podrĆa producir esta caĆda y que repercusiones podrĆa tener aquella tanto para Rusia, Ucrania y el mundo? Una discusiĆ³n en la cual, si bien un recambio ordenado del poder en Rusia como producto de un āgolpe palaciegoā es ciertamente una posibilidad (por ejemplo, en el caso de que aquel se produzca antes de que los efectos desintegradores de la guerra terminen por descomponer del todo los pilares sociopolĆticos de la Rusia actual), no puede dejar de pensarse en otros escenarios cualitativamente mĆ”s catastrĆ³ficos al de un mero āgolpe blancoā.
Esto es, la perspectiva de un colapso total y catastrĆ³fico de la FederaciĆ³n Rusa en tanto entidad territorial y sociopolĆtica, ya sea como resultado de una guerra civil en toda regla que termine por desmembrarla definitivamente (posibilidad que fue a penas conjurada luego del derrumbe de la URSS hace algunas dĆ©cadas), o bien, atendiendo a la propia historia rusa y el recuerdo histĆ³rico de las revoluciones de 1905 y 1917, nada menos que la perspectiva (Āæposiblemente en el corto plazo?) de una cuarta revoluciĆ³n social en la Rusia moderna.
Junio 5-6, 2023
Marxism and Collapse